Muchas personas creen que yo soy Maryte Correa. La verdad es que no… es el apodo de mi madre (María Teresa) y he decidido honrarla en una de las cosas que me apasionan y que me llenan de vida. Mantener vivo su nombre y su recuerdo a través de mi trabajo diario le añade mucho amor y cariño a cada uno de los productos que confecciono.
¿Por qué la confección?, porque siempre admiré a mi madre de lo que era capaz de hacer con una máquina de coser, lo consideraba genial y siempre me gustó mucho.
Esta idea de emprender la puse en movimiento en octubre del 2018, luego de leer y reflexionar sobre un mensaje escrito en un muro cerca del edificio donde vivía. No lo he olvidado, decía: “El primer paso no te lleva donde quieres ir, pero te saca de donde estás. ¡Adelante!”. Esta frase fue la que me empujo a salir de mi zona de confort para dar el siguiente paso. Este camino ha sido fascinante y tomarlo fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
En esta labor, disfruto cada detalle de los artículos que voy creando con la recompensa de entregarle a mis clientes una cuota de alegría al momento de tener mi producto en sus manos y seguiré dedicando todo mi esfuerzo y compromiso a cumplir con sus expectativas.